Vega e Hijos inició su actividad en 1972 en una pequeña fábrica en El Castillo de las Guardas, Sevilla. En 1975, trasladó sus instalaciones a San José de la Rinconada, donde continúa operando. La empresa contribuyó al resurgimiento de las explotaciones ganaderas caprinas en Andalucía, llegando a trabajar con más de 2.600 ganaderos. Actualmente, la recogida de leche se realiza a través de cooperativas y centros propios, lo que facilita la producción de quesos frescos.