La empresa tiene sus orígenes en 1920, cuando Damiana y Manuel adquirieron una finca en Villanueva de la Reina, Jaén. A lo largo de los años, la familia Espejo ha expandido la finca hasta alcanzar más de 200 hectáreas y ha innovado en la mecanización de la recolección. En 2015, la cuarta generación, liderada por Rosario Minchón Espejo, consolidó la marca actual, manteniendo la tradición familiar y el enfoque en la calidad del aceite de oliva virgen extra.