Si hay alguien que sabía de ron eran los piratas, ellos bebían el mejor ron del mundo. Cuenta la historia que durante sus largas travesías los piratas navegaban con la bodega repleta de barricas con agua para cocinar y ron, mucho ron. Todo el que se podían beber durante su viaje. Cuando estas barricas se vaciaban, las rellenaban con agua de mar, como lastre para que el barco no perdiese el equilibrio. Y como buenos piratas, cuando podían robar más ron, volvían a sustituir esta agua de mar por el mejor ron que podían catar. Así, el ron adquiría una salinidad única gracias al contacto del mar y este elixir. Nuestro Ron Burla Negra, gracias a una gran investigación, recupera esta tradición perdida creando un ron de carácter salino diferente a todo lo que habías probado hasta ahora. Un auténtico ron pirata.