Desde su fundación en el siglo XIX, y de forma ininterrumpida a lo largo de cinco generaciones, la familia Fábregas se ha dedicado al cultivo de las viñas y a la elaboración y crianza de los mejores vinos del Somontano. En la actualidad son dos las generaciones que conviven en la bodega. “Somos una bodega familiar que ha crecido siempre con las raíces en esta tierra, trabajando y generando riqueza con el vino y estamos orgullosos de continuar con el legado de nuestros predecesores” en palabras de la actual gerente, Flor Fábregas.