Nuestro café tiene nombre y apellido, el de sus agricultores. En algunos casos es de cooperativas de mayas guatemaltecos en las montañas; en otros, viene de Etiopía ?lugar que conoce bien Luis, que trabaja con nosotros y que viajó hasta allí para conocer el origen del café? o de Colombia, país en el que la guerrilla ha hecho estragos. Las realidades de los pequeños productores son tremenda...mente duras y, por eso, es importante contribuir a cambiar sus realidades con un gesto tan simple como ser justos con el comercio. Gracias a ellos podemos beber un delicioso café en el centro de Madrid. Y eso es un lujo.