La empresa tiene sus orígenes a principios del siglo XX, cuando el abuelo Florenci regentaba una carnicería en Banyoles. Debido a las condiciones de humedad que dificultaban el secado de los embutidos, se trasladó a Ripoll en 1944, donde las condiciones eran más adecuadas. Desde entonces, la empresa ha permanecido en el mismo edificio, adaptándose a los cambios tecnológicos y sanitarios, pero conservando la tradición familiar. Actualmente está gestionada por la tercera generación de la familia.
Tipo de productos
Ofrecen una variedad de embutidos artesanos, tanto curados como cocidos. Entre los productos destacados se encuentran la llonganissa extra, fuet extra, secallona, bull blanco, bull negro, botifarra d’ou, botifarra negra, botifarra blanca y cap de senglar. También disponen de lotes especiales y algunos quesos y acompañamientos.
Misión
La empresa busca conservar y mejorar la tradición familiar de elaboración de embutidos artesanos, manteniendo la máxima calidad y excelencia en sus productos, y transmitiendo los valores de trabajo, honestidad y respeto por los métodos tradicionales.